"Ello, yo y el encuentro de los demonios"

El ser humano solo logra conocer su limite cuando logra vencer a sus demonios; Cuando por fin logra su encuentro con el vació, con su propia miseria y su propio ser. Es ahí donde empieza a hallar los restos de la nada y del todo, de cada acción que fue palabra y se convirtió en lo que no pensó. En cada una de sus preguntas inconclusas, en sus miedos más profundos hechos realidad.

Es en ese momento cuando logra enfrentarse a sí mismo sin apariencias  sin paradigmas creados, ahí en el frió inclemente de su alma descuidada, es donde logra encontrar su identidad, su verdadera personalidad, demostrar sus verdaderas capacidades, sus verdaderas convicciones su verdadero "Yo"

Sin embargo pese a su encuentro el ser humano logra demostrar su miseria cuando desprestigian lo que son por lograr lo que los demás exigen olvidándose que antes de la nada existía una persona, un alma un espíritu propio. Demuestran su vanidad de la manera más cruda y despreciable y es ahí donde la decadencia del sentido da inicio. Sólo la necesidades físicas tienen derecho a ser satisfechas, el ser se pierde, se hunde en el abismo experimentando la oscuridad, esa parte del "Ello" sale a la luz, donde la parte primitiva del ser aflora, en donde el único propósito existente es el de reducir esa tensión por pulsiones relacionadas con el hambre, lo sexual, la agresión e impulsos irracionales. La debilidad del ser, tal cual como el creador dejó escrito desde los génesis de la existencia terrestre.