jueves, 23 de agosto de 2012

"Las coincidencias del día con el jardinero caminante"

Dice un dicho muy famoso "Lo que es para ti, es para ti y nadie te lo puede quitar" y a mi concepto es algo totalmente verdadero. Dadas estas palabras, quiero compartir una anécdota muy curiosa, que me ocurrió hace un par de días con un jardinero caminante y su hijo.

Era un domingo por la mañana a eso de las 11:00am del día, con un señor sol radiante y caluroso ¡que hacia brillar hasta las piedras! Yo estaba en la casa de mis padres en la parte interior del país (panamá) , y ayudaba a mi madre en la cocina a hacer uno de sus platos favoritos (pasta con pollo en salsa roja y ensalada de papas), mi papá andaba ansioso por que quería cortar la hierva que rodiaba la casa, estaba bastante alta y bueno, sabiendo que había un jardinero a unas cinco calles de la casa, se fue en el carro a buscarlo y consigo se llevo a mi mama (pues le faltaban algunos condimentos, y ella aprovechó el momento), pero antes de irse me dice mi papá que llegaría un chico que iba a cortar la hierva. yo no le puse mucho cuidado y seguí pelando papas, para ponerlas a salcochar.

Unos veinte minutos más tarde, llego al portal de la casa  un señor muy humilde en ropa de trabajo, con una maquina corta hierva en mano, y el mismo estaba en compañía de un niño de no más seis años; Este se dirigió con mucho respeto hacia mi, diciéndome que estaba ahí para ofrecerme su servicio como jardinero. Recordé que mi padre me había dicho que llegaría un chico a cortar la hierva, imaginé que era este y bueno confirmamos y él empezó a hacer su trabajo, pero antes de iniciar me pidió muy cortes si le podía regalar un vaso con agua, (obviamente y de ninguna manera le podría negar un vaso con agua a nadie) viendo que estaba el niño también le ofrecí jugo de manzana.  El señor después de terminar de beber el vaso con agua y su hijo el vaso con jugo de manzana, me entrega los vasos y este me dice sonriendo: "Es usted la persona más amable con la que he tratado el día de hoy. La gente piensa que por que soy humilde soy menos personas que ellos y me tratan con desprecio y pueden verme con sed y ni para ofrecerme algo tan sencillo como un vaso con agua"  en ese momento, lo miré, asentí con la cabeza y sonreí.
El judío errante Ashaverus o velivet

Esas palabras me hicieron recordar la parábola del judio errante, en donde Jesús tres veces le pide agua a Ashaverus (o velivet como otros lo conocen), a lo largo de calvario y este siempre le respondía "anda", a la tercera vez que Jesús le pide agua a velivet, y este le responde "anda" Jesús dice: "Anda, andarás hasta la consumación de los días; Por que el hijo del hombre se va, pero tu esperarás a que vuelva".

Toda lo sucedido me hizo llegar a la conclusión, que hay en situaciones extrañas, donde Jesús se encarna en el prójimo para poder observar de cerca las reacciones de nuestro corazón. 

Luego de pensar y de regresar de ese "standby" regrese a terminar de pelar papas. No pasaron diez minutos y se apareció mi madre, con una cara de sorpresa sonriente y me dice: corazón, este no es el muchacho que te dijimos.  y yo reaccioné casi de inmediato y abrí los ojos y me quede con una cara de preocupación al ver la reacción de mi padre, el es bien volátil y sabía que se podía molestar. En cierta forma se molesto, pero no me dijo nada.

En un rato después que el señor limpiaba y cortaba la hierba cantando, todos en casa sentimos una extraña sensación de paz y tranquilidad que rodeo la casa, y fue muy curioso, por que antes que llegará el jardinero, algunas cosas estaban bastante hostiles entre nosotros tres.

Mi padre salió a decirle al señor "como" quería que cortará la hierva después de protestar un rato, y posterior a eso, se quedo conversando con él.  El hijo del jardinero lo ayudaba a recoger el pasto caído con un un trinche parecido a un rastrillo, pero muy gastado, y el tan animado y con una sonrisa cautivadora no le pesaba hacerlo.


Pasada una hora y media, el señor terminó de hacer su trabajo, mi padre inmediatamente le pago en efectivo y como mi madre y yo habíamos terminado de cocinar, le ofrecimos un plato de comida a él y a su hijo, y luego se retiraron.

Pensando en lo que había pasado me senté un momento en la hamaca, que esta en el patio, (que por cierto tiene una vista hermosa) y me abraza mi mama por la espalda, y me dice: cuando tu papa y yo salimos, vimos a este señor caminando con su hijo se veían estaban tan entusiasmados por la calle aun con este solaso que hay, y le dije a tu papa "mira pues, si hubiese llegado un par de rato antes, le hubiéramos dado ese trabajo para él, pues puede que lo necesité más que ese que anda con comodidades" para ese entonces ya tu papa había hablado con el otro jardinero de la casa, y cuando llegamos mira coincidencia a quién nos encontramos haciendo el trabajo.

En fin y por  moraleja, las cosas que tienen que pasar, pasan sin preguntar, sin prevenir, solo suceden, a veces por coincidencias de la vida y en estas ocasiones se demuestra  que el destino a veces es tan misterioso que obra primero he imparte las enseñanzas después, y como mencioné al principio "Lo que es para ti, es para ti y nadie te lo puede quitar".  







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

Mi lista de blogs